“Las personas con Síndrome de Dow son cariñosas”
Tradicionalmente se ha considerado que las personas con síndrome de Down son muy “cariñosas”, pero en realidad su nivel de interacción social es bajo, por lo que hay que trabajarse desde muy pequeños para que alcancen un buen grado de adaptación social, una vez incorporado el hábito pueden mostrarse muy colaboradores y afectuosos.
Su comportamiento social en general suele ser adecuado en la mayoría de los ambientes, siempre y cuando se hayan establecido claramente las normas de adecuación en cada uno de esos ambientes en los que se desenvuelve. Hay que establecer límites sociales bien definidos para proporcionarles tranquilidad, seguridad, confianza y sobre todo considerar siempre la edad cronológica que tienen.
Los adultos somos los que muchas veces los desubicamos cuando los queremos tratar como eternos niños, abrazándolos o reforzando conductas infantiles constantemente y no los dejamos crecer como adultos.
“Las personas con discapacidad intelectual tiene una sexualidad incontrolada”
Los seres humanos somos sexuales por naturaleza, por lo tanto las necesidades sexuales de las personas con discapacidad son las mismas que las de las personas sin discapacidad, su satisfacción contribuye a mantener en equilibrio su aspecto psicológico y emocional. Su dificultad puede radicar en el manejo de sus emociones que en este aspecto no está bien canalizada desde su pensamiento abstracto, para poder definir sus emociones y poderlas inhibir de manera adecuada. El diálogo abierto, permanente y la orientación adecuada hacen posible mantener el equilibrio buscado.
“Todos los sordos no hablan”
Las personas con discapacidad auditiva, en la mayor parte de los casos, presenta los órganos fono articulatorios íntegros y tienen todo el potencial para el desarrollo del habla, lo que sucede es que al no oírse no se desarrolla el hábito de hablar, pero con terapias pueden sacar la voz, aunque no resulte muy agradable en algunos casos ya que no alcanzan a modular adecuadamente el tono, con la práctica puede mejorarse.
“La persona con discapacidad intelectual le gusta realizar trabajos repetitivos”
Algunas personas pueden sentirse más a gusto con actividades repetitivas, eso es parte de la diversidad humana, de acuerdo a las personalidades, pero no puede catalogarse como una característica de un determinado grupo.
Lo que sí es cierto es que pueden tornarse excelentes trabajadores una vez conocen la rutina, y disfrutarán mejor si la actividad que realizan es agradable para ellos, pero podrían cansarse como cualquier otra persona si resultan muy monótonas.
Mgs. Zoraya Saltos Villalobos
Coordinadora
Centro de Entrenamiento Vocacional
Ceve – Fasinarm