La familia, es el núcleo de la sociedad en la cual se desenvuelven nuestros estudiantes, se podría decir que la familia tiene características propias tales como:
1. Forjar la identidad de cada persona en donde la familia se encarga de crear vínculos socioafectivos entre sus miembros y
2. Es una comunidad educativa, ya que forma a las personas a lo largo de la vida cultivando valores culturales, éticos, sociales, espirituales y potenciando su desarrollo integral.
Mientras que las instituciones educativas son aquellas que complementan la misión de la familia, al especializar y profundizar la educación del joven en el contexto colectivo, esto quiere decir que ambas se relacionan y complementan; por lo tanto debería haber una relación colaborativa entre educadores y padres, ya que comparten responsabilidades ante el aprendizaje y desarrollo de nuestros actores principales, los jóvenes.
Si nos basamos en las edades de personas con discapacidad, los niños por su inexperiencia en ciertas habilidades que se adquieren en la vida adulta, necesitan apoyo constante de los padres, lo que les ayuda a obtener muchos beneficios, los jóvenes necesitan el mismo apoyo, sin embargo, requieren así mismo que se les brinde más confianza e independencia para realizar actividades acordes a su edad y a su capacidad.
Se ha mal utilizado la palabra “acompañamiento” con el hecho de no permitir que los jóvenes puedan desenvolverse solos, pues dar demasiado del mismo, vuelve a las personas dependientes y poco desenvueltas.
En caso de los adultos con discapacidad, el acompañamiento no trata de escoltar permanentemente en cualquier actividad que realiza el joven, sino mas bien brindar el apoyo, solo si es necesario, ya que, como se mencionó anteriormente lo que debe primar es la independencia.
El actuar de las familias tiene un efecto valioso en el desempeño de cada uno de sus jóvenes, para alcanzar el gran objetivo del aprendizaje, es así que, el desafío de la enseñanza, no solo sucede con lo que pasa al interior del establecimiento, del desempeño de los profesores, terapeutas y directores, sino también de las familias cuyos hogares forman parte del contexto escolar.
Como parte del acompañamiento que tanto se menciona, existen algunas prácticas de las cuales se pueden beneficiar los jóvenes:
1,- Parentalidad: Se refiere al tipo de práctica orientada a construir condiciones en el hogar que favorezcan al aprendizaje de los jóvenes y su mejor comportamiento en la institución.
2.- Comunicación: Este tipo de práctica apunta a diseñar y conducir formas efectivas de comunicación bilateral entre institución y familia acerca de actividades y progreso de los jóvenes.
3.- Voluntariado: Se refiere a hacer participe a los padres de reuniones y apoyo en diversas áreas que se les solicite.
4.- Aprendizaje en el hogar: Consiste en proveer información a las familias acerca de como apoyar a los estudiantes con sus responsabilidades sin sofocar al estudiante, permitiéndole ser parte de actividades las cuales lo vuelvan seguro de si mismo y potencie su autoconfianza.
En conclusión, depende de cada familia, la independencia de cada joven, es importante acompañar sin oprimir y respetar el tiempo de realización de actividad de cada uno, es sustancial recordar que, brindar apoyo no significa terminar haciendo la actividad, a veces es mejor dejar equivocarse para tener un aprendizaje perdurable.
Lcda. en T.O Gisella Cabrera Contreras
Docente de Laborterapia 1
Centro de Entrenamiento Vocacional
CEVE – FASINARM