El ser humano desde su concepción siempre ha estado sujeto a tener nuevas experiencias que le permitan aprender con todo lo que le rodea de su entorno, esta capacidad de aprender es un proceso natural de los seres humanos y este inicia desde que están en el vientre de la madre con los primeros estímulos que este recibe de su mundo exterior a través de su progenitora.
En los primeros años de la infancia el cerebro del niño tiene una alta capacidad de poder crear circuitos neuronales en base a aprendizaje y experiencias vividas, a esta edad son unas pequeñas esponjas que absorben todo de su entorno. La estimulación temprana juega un papel muy importante durante estos primeros años, es un requisito básico para el desarrollo del cerebro del bebe durante esta etapa, porque contribuye a potenciar todos los aspectos cognitivos, lingüísticos, motor e incluso social para la convivencia en todos los ámbitos, incluido el educativo.
Por ello es necesario que se utilicen las herramientas adecuadas para una correcta estimulación, la realización de actividades que puedan reforzar su vínculo emocional, ejercicios de motricidad, la concentración y el lenguaje, sin embargo, es necesario conocer que cada niño tiene su propio ritmo de desarrollo y maduración de su sistema nervioso, por lo tanto, no se deberá hacer comparaciones, creyendo que todos evolucionan de la misma manera.
Las capacidades no se adquieren solas, su desarrollo depende de la cantidad, calidad y tipo de estímulos que recibe él niño con el pasar del tiempo. Nuestro hijo nace con un gran potencial y, para que ese potencial se desarrolle al máximo de la forma más adecuada y satisfactoria, nosotros somos los encargados de aprovechar esa oportunidad en su proceso de maduración.
Todo esto lo podemos hacer aprendiendo a leer el comportamiento de nuestro bebé, a respetar sus necesidades, a hacerle sentirse bien y cómodo, a proporcionarle una alimentación sana y equilibrada, a asegurarnos de que lleve una vida saludable y, lo esencial, a jugar con él.
La pregunta que se hacen las madres es ¿Cómo saber cuándo tu bebé se podría beneficiar de la estimulación temprana? Dependiendo de la edad del bebé hay algunas habilidades que deben ir desarrollando. Por ejemplo:
Recién nacido hasta los 2 meses:
• El bebé puede levantar y voltear la cabeza cuando está acostado boca arriba.
• El bebé empuña la mano y flexiona los brazos.
• El cuello no es capaz de sostener la cabeza al jalar al niño para sentarlo.
Entre los meses 3 a 4 meses:
• El mejor control muscular del ojo le permite al bebé seguir objetos.
• Comienza a controlar las manos y los pies, pero estos movimientos no son sincronizados. El bebé puede comenzar a utilizar ambas manos, trabajando con ellas al mismo tiempo para cumplir tareas. El bebé todavía no es capaz de coordinar el agarre, pero manotea los objetos para acercarlos él.
• El incremento en la visión le permite diferenciar los objetos de los fondos con muy poco contraste (como un botón en una blusa del mismo color).
• El bebé se levanta (torso superior, los hombros y la cabeza) con los brazos cuando está acostado boca abajo (sobre el estómago).
• Los músculos del cuello se desarrollan lo suficientemente para permitir que se siente con ayuda y mantenga la cabeza erguida.
• Los reflejos primitivos ya han desaparecido o están comenzando a desaparecer.
Entre los meses 5 y 6 meses:
• El bebé es capaz de sentarse solo, sin ayuda, inicialmente por poco tiempo y luego por 30 segundos o más.
• El bebé comienza a tomar bloques o cubos usando la técnica de agarre cubital palmar (presiona el bloque en la palma de la mano mientras flexiona o dobla la muñeca hacia adentro), pero todavía no usa el pulgar.
• El bebé gira desde la espalda hasta el estómago. Cuando está sobre el estómago, puede empujarse con los brazos para levantar los hombros y la cabeza y mirar alrededor o alcanzar objetos.
• El gateo puede comenzar.
• El bebé puede sentarse firmemente, sin ayuda, durante largos períodos de tiempo.
• El bebé aprende a sentarse desde una posición erguida.
• El bebé puede sujetarse y mantener una posición erguida mientras se apoya en los muebles.
Entre los meses 6 a 9 meses:
• El gateo puede comenzar.
• El bebé puede caminar sosteniéndose de la mano de un adulto.
• El bebé puede sentarse firmemente, sin ayuda, durante largos períodos de tiempo.
• El bebé aprende a sentarse desde una posición erguida.
• El bebé puede sujetarse y mantener una posición erguida mientras se apoya en los muebles.
Entre los meses 9 a 12 meses:
• El bebé comienza a mantener el equilibrio mientras se pone de pie solo.
• El bebé da pasos sosteniéndose de una mano; puede dar unos pasos solo.
Es muy importante conocer que todos los niños tienen su propio ritmo, pero estas habilidades deben desarrollarse en el rango de las edades señaladas anteriormente, dee lo contrario, es posible que el niño necesite un refuerzo adicional.
Los expertos señalan que la estimulación temprana contribuye al fortalecimiento de las siguientes áreas del desarrollo
Motricidad Gruesa y Fina: Su objetivo es que el niño logre control de músculos y pueda coordinar sus movimientos
El Lenguaje: Ayuda a la comprensión de su lenguaje y poder expresarse a través de el.
Cognitivo: trabaja el intelecto del bebe.
Personal y Emocional: Trabaja en la independencia del niño para comer, vestirse, bañarse.
Social: Ayuda a desarrollarse en su entorno y relacionarse con las demás personas.
Por otra parte, el momento ideal para estimular a su bebé es cuando está despierto y tranquilo. Se recomienda que sea a los 30 minutos después de la comida. La duración de cada actividad depende del número de repeticiones realizadas.
Considerar todos estos aspectos es muy importante, pues es conocido que en la estimulación temprana existen muchos beneficios y se debe buscar el equilibrio. Por eso, debe ser integral, tanto física como intelectual. Si un niño solo aprende a jugar con la pelota y no es adecuadamente estimulado en la lectura, por ejemplo, será un genio en el deporte, pero es probable que no se sienta motivado a leer un libro. Y, en ese sentido, la recomendación sería ofrecer distintas experiencias donde se pueda ofrecer al niño estimulación en todas las áreas de su desarrollo, eso permitirá desarrollar motivación a la par del desarrollo de habilidades y destrezas. Niños motivados son niños felices.
Si los padres optan por la estimulación temprana, deben tener claro que esta decisión les exigirá una cierta dedicación al día. Muchos padres opinan que es muy efectiva y provechosa, por lo menos en lo que se refiere al tiempo que comparten con sus hijos, generando cambios positivos, y sin duda alguna, aprovechando todas estas capacidades cognitivas favorecerán su aprendizaje y por ende su calidad de vida.
Lic. Tatiana Mendoza
Docente Primero de Básica