Fue tan rápido como tuvimos que migrar del proceso educativo presencial a lo virtual, un verdadero reto para muchas naciones y la nuestra no sería la excepción. La necesidad de comunicarnos, pero más la necesidad de no quedarnos “estancados” con esa inesperada limitante que entorpecía los procesos de enseñanza-aprendizaje, nos llevó a los maestros a acelerar ésta transición a pasos que nunca imaginamos. Así se fueron generando nuevas interrogantes, charlas, reuniones, capacitaciones y planteamientos que pudieran brindar respuesta eficaz pero oportuna.
Entonces, aun con interrogantes por resolver, pensando siempre en las capacidades de nuestros estudiantes con Síndrome Down, y convencidos de su buena respuesta frente a retos de la vida (como siempre lo han hecho), empezamos con las clases virtuales, las madres y padres de familia se convertían en nuestros ojos y manos a los cuales guiábamos desde una pantalla, convirtiéndose en ese apoyo fundamental.
Al mismo tiempo, como era de esperarse, surgieron problemáticas; entendimos lo necesario de tener dispositivos apropiados para responder a esta nueva tarea, otros empezábamos a estresarnos por las fallas de la red al conectarnos. El primero es un problema que ha sido atendido progresivamente, pero el segundo es un problema que aún muchos tienen y que en la mayoría de casos genera altos niveles de estrés y frustración en las familias, frases como: “se me fue el internet” “me sacó el zoom” “se quedó congelada la imagen”, probablemente son habituales. Habrá quienes traten disimular la ansiedad en ese momento, pero recordemos que nuestros niños y jóvenes son muy perceptivos, así que aunque no lo planeemos, les transmitimos fácilmente esos sentimientos.
Debemos entender, que éste problema (en caso de tenerlo), no apunta solamente al estrés o frustración que pueda generar en el estudiante o madre de familia. Imaginemos que estamos dentro de un aula de clases, y pasan muchos carros grandes pitando, o caso contrario, hacemos un silencio profundo y prolongado… aquellos estudiantes no escucharían muy bien; o si decidiéramos jugar a las estatuas en medio de una exposición… aquellos estudiantes no entenderían completo el mensaje; o que tal vez no se encuentren las llaves del aula y nadie pueda ingresar ese día… aquellos estudiantes desperdiciarían un día de aprendizaje.
Esto es lo que ocurre con los problemas de conexión, interrumpen el proceso de aprendizaje de nuestros estudiantes, que de por sí ya puede ser complejo para algunos, y al no atenderlos estaríamos siendo parte del problema aplazando una situación que tal vez podamos solucionar sin ayuda de un técnico, y nos referimos a estos errores que podríamos estar cometiendo sin darnos cuenta, mismos que necesitamos primero entender.
Entre los problemas más frecuentes tenemos los siguientes:
1. Posición del Router: Los problemas pueden iniciar si de entrada hemos ubicado esa cajita de internet en una esquina de la casa, o en una mesita cualquiera, la ubicación correcta debería ser en un punto medio de la casa, en una parte alta. Si su casa tiene varios niveles, es probable que la señal disminuya con la distancia (dependerá de la calidad de internet).
2. Posición de las antenas Router: Solemos ubicar éstas, de forma paralela (en la misma dirección), esto podría no convenir ya que las emisiones de señal chocarían entre sí, lo idóneo sería ubicarlas en posiciones diferentes (una vertical, otro horizontal o inclinada), salvo que su Router tenga solo 1 antena.
3. Ubicación geográfica: Lamentable pero cierto, hay zonas que se ven más afectadas por la gran distancia a las antenas; si nuestra casa se ubica en un punto alejado, muy alto o muy bajo, es probable que debamos encontrar ese “punto de la casa” donde el internet llegue mejor. Este problema sale de nuestras manos, debemos buscar otras soluciones.
4. Horario de Conexión: Es importante resaltar que no solo nosotros estamos intentando conectarnos a un evento virtual, muchos trabajos migraron también a esta modalidad, por lo tanto, es muy probable que algún día u hora especifica se experimente una ralentización de nuestra señal, porque puede haber muchas personas conectadas a nuestro alrededor, lo que aumenta considerablemente el tráfico de nuestra red, este podría ser un verdadero problema para quienes viven cerca de zonas céntricas.
5. Falta de espacio en dispositivos: Tal vez uno de los más frecuentes, pero ya sea un Computador, Tablet o Celular, la mayoría habituamos a guardar mucha información y por largo tiempo: imágenes, videos, chats, correos, etc., confiando en las capacidades de nuestro equipo, pero lo que estamos haciendo es poco a poco ralentizarlo también. Lo idóneo es tener un respaldo externo o en alguna nube.
Evidentemente, no son los únicos problemas pero si tal vez de los más comunes. Como dato curioso, ¿sabía usted que el tipo de paredes en nuestras casas, infieren en la recepción de la señal? Estudios indican que la madera bloquea hasta el 95% de la señal del internet, junto a esto está el hecho de que un 65% de bloqueo lo genera el hormigón o ladrillo, dato a considerar por los obstáculos que podrían ubicarse cerca de nuestro equipo.
Entonces, viendo estos problemas como una afectación directa a los procesos de aprendizaje de nuestros niños y jóvenes estudiantes, vale la pena un llamado a la calma cuando suceda, primero identificando el problema y corroborando generalidades como asegurarnos de no tener dispositivos descargados, o tener activados “Datos” y “Wifi” al mismo tiempo, o conectarse en espacios muy cerrados. Puede ser que la solución si esté en nuestras manos o que tan solo conlleve tener algo de calma.
Lic. Eddy Noboa
Docente Décimo Año